Como el secreto más sutil y arcano,
rigente del ardor de mi persona;
el ser artista sí que me obsesiona,
al punto de que deja de ser sano.
y para colmo del ímpetu afano,
como una pena calígine y vana
hoy la inspiración se mira lejana,
y el lienzo sin disturbio de lo cano.
- ¡Pintemos una chica celestial!
(de esas que asemejan al universo)
una devoshka bella y sideral.
- ¡rayos!, ¡pero qué idea en ese verso!
¿cómo es que no se me ocurrió una igual?
esperen un momento, ¿quién dijo eso?
Juan Amezcua
24 de Marzo de 2016