Me hubiese agradado
compartir de verdad,
ésa, tu última cena
junto a tus doce apóstoles.
Sabía en ella
que un cobarde traidor
te entregaría con un beso,
para que seas juzgado,
blasfemado, insultado,
para hacerte cargar con
la cruz en la que encontrarías la muerte.
Sabías que Pedro te negaría tres veces.
Todo lo sabías,
y todo lo aceptaste.
Tomaste el pan
y habiendo dado las gracias,
lo partiste y les diste, diciendo:
\"Esto es mi cuerpo,
que por vosotros es dado;
haced esto en conmemoración mía\"
Asimismo, tomaste la copa,
después de que hubieses cenado, diciendo:
\"Esta copa es el nuevo convenio en mi sangre,
que por vosotros se derrama\"
Sé lo que es beber tu sangre, Jesús.
En uno de mis sueños contigo,
la he bebido desde tus pies crucificados.
Hugo Emilio Ocanto
24/03/2016
(XXII-19-20)