Diaz Valero Alejandro José

Las tres negadas de Pedro

 

Jesús en la última cena anunció

que sería por todos abandonado

y el Apóstol Pedro enseguida ripostó

 y quedó ante su arrogancia mal parado.

.

En el libro de Mateo, versículo 16,18

Jesús enaltece a su Apóstol Pedro,

y fue precisamente éste y no otro

quien negó tres veces al maestro.

.

Pedro, el primero de los Apóstoles del Mesías

sobre quién Jesús edificaría su iglesia,

negó al señor cumpliendo la profecía

relato éste, que la Santa Escritura  cuenta.

.

La Biblia no oculta este triste episodio

que sustenta la evangelización,

Jesús se mostró amoroso, sin odio

ante aquella triste y anunciada traición.

.

Se dice que la negación de Pedro

es una gran lección espiritual,

donde se puso de manifiesto

la debilidad del hombre como tal.

.

Una criada acusó a Pedro de andar con Jesús

éste responde, “no sé de que hablas”

y se hace el desentendido con esa actitud;

fue su primera negación, según la santa  palabra.

.

“Este es uno de ellos”, en segunda vez,

acusó la criada a Pedro nuevamente,

y el Apóstol negó de nuevo como ves

de manera frontal y muy consciente.

.

“No hay duda, tú eres uno de ellos,

pues eres galileo”  comentaron personas sin virtud

y Pedro pecó  traicionando a su maestro,

pues ahora negó también, conocer a Jesús.

.

Después de aquella tercera negación

el gallo cantó por segunda vez

cumpliendo así la bíblica predicción

y Pedro lloró por su mal proceder.

.

Ya Pedro no era cabeza de la iglesia

ni roca firme como el Mesías lo alabó,

porque su tercera negación evidencia

símbolo del pecado cuando a Jesús rechazó.

.

No puede afirmarse que Pedro era cruel

y que no amara a Jesús, su maestro

todo lo había dejado por seguirlo a él

y se sentía poderoso ante el resto.

.

Pedro tenía ideas equivocadas

de que él salvaría al señor

y quedó una vez más demostrada

la tesis de que es Jesús el Salvador.

.

Jesús sabiamente perdonó a Pedro,

ya no era la piedra angular, ahora era Simón

quedando ante los testigos ya resuelto

y nadie lo condenó por esa razón.

.

Cuantos “Pedros” habrá en el mundo

que van negando sus creencias

y van perdiendo su rumbo

a plena facultad de sus conciencias.

.

Evitemos el arrepentimiento tardío,

reconozcamos a tiempo nuestras fallas

antes que el gallo de la vida dé sus cantíos

cada vez que neguemos la palabra.

--------------------

Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela