,
me quedo impávido
al ver caer gotas de lluvia
que mojan mi pensamiento
Descubro un ritmo
que sube de tono,
para acompañar
la caída de agua bendita
Son nubes que abren
sus largos brazos,
para preñar la tierra
con un milagro del cielo
Sonríen flores y árboles,
veo caer pétalos y hojas
como caricias de aguacero
que nutren la madre tierra
El equilibrio de la naturaleza
muestra su esplendor,
mientras el planeta feliz
gravita en su espacio sideral
Maturín, 28 de mayo de 2015 (mta)