Mujer, de rostro angelical
y cuerpo seductor...
permíteme probar
las mieles de tu amor.
Permítele a mis manos
Acariciar tu cuerpo,
como naves perdidas
que no encuentran su puerto,
que van a la deriva
surcando espacio y tiempo.
Permíteme probar
el néctar de tu besos,
y en un estrecho abrazo
unirse nuestros pechos,
y cual si fueran uno...
fundirse nuestros cuerpos.
Mujer, de rostro angelical
y cuerpo seductor...
permíteme probar
las mieles de tu amor.