Los nudillos del diablo golpean de noche mi puerta
Sigiloso y asustado observo tras la ventana
La luna ya no brilla, yace en el cielo muerta
En la calle hay hombres oscuros afilando sus espadas
Me miran con ojos de fuego y sé que ha llegado el momento;
vienen para matarme y así matar mis palabras
Pero hace tiempo que mis versos vuelan libres con el viento
y el viento no tiene fin, el viento nunca se acaba.
Llegas tarde diablo. Ya he plantado mi semilla
Aunque reines en la noche llegará la luz del día
haciendo crecer con fuerza nuevas palabras de vida
Hoy podrás matar un poeta pero nunca la poesía.