carlos obeso

Aunque maten al poeta

Los nudillos del diablo golpean de noche mi puerta

Sigiloso y asustado observo tras la ventana

La luna ya no brilla, yace en el cielo muerta

En la calle hay hombres oscuros afilando sus espadas

Me miran con ojos de fuego y sé que ha llegado el momento;

vienen para matarme y así matar mis palabras

Pero hace tiempo que mis versos vuelan libres con el viento

y el viento no tiene fin, el viento nunca se acaba.

Llegas tarde diablo. Ya he plantado mi semilla

Aunque reines en la noche llegará la luz del día

haciendo crecer con fuerza nuevas palabras de vida

Hoy podrás matar un poeta pero nunca la poesía.