Nos volvimos a encontrar, al tiempo
Como si los amores eternos estuvieran
Karmicamente destinados a franquearse
Baje la cabeza, fatal signo de debilidad
Amor! Esta vida nos extravió,
Pero bastaría una mirada
Para olvidar los rematados pretéritos
Para ver mi alma aparecida en tus cándidos serenos
bastaría un segundo de tus ojos en los míos
para detener el tiempo, barrer la herida
cosechar la vida nunca vivida
Bastaría un cruce de tu pupila y la mía
para poner en ruinas el infinito
que erige al verte partir,
rayando el tiempo, derramando olvido
porque no hay nada más certero,
porque no existen otros ojos
que entablen tertulia tan subterránea
con un brío tan pendenciero como el mío
Y no hay calma más divina,
que penetrar en tu alma viva
no hay amor más dormido,
ni corazón más gemelo
que el que llevas contigo
y, si nos volvimos a cruzar.
Baje la cabeza, flojo símbolo de somnolencia
no nos pudimos mirar, consecuente desenlace
aun palpitan las heridas, que no paran de sangrar
Rojo escozor, dulce néctar del amor
en cada noche corazón,
mis labios piden diestros el tiempo suspender;
Como en aquellos segundos efímeros
donde se me hubiera ido la vida
en un beso a escondida, entre tu boca y la mía