Se supone que eres una dulce flor, bañada
de carisma, inteligencia y notoria bondad.
Que por eso te mantienen siempre idolatrada
y tus fieles presumen, aunque no seas verdad.
Según dices, te gusta estar y ser retraída
como el vino, conservada por tiempo estar
entre los humildes aranceles de la vida
que te resguardan y no te dejan escapar.
En verdad percibes que tienes lo que reclamas,
que lo que tienes es todo tu vago arsenal,
que tu falsa satisfacción es lo que más amas,
que desconoces tu conformismo y que estás mal.
Eres bella y culta, de eso no me queda duda,
pero mal interpretada, iniciando por ti;
todo porque no hablas contigo, porque eres muda,
porque eres necia, porque no me haces caso a mí.