Hay que aceptar lo vivido, como justo cumplimiento de ideas y sentimientos en los
siclos compartidos, para vencer el olvido.
Pablo Armando Fernández
Te veo en el espejo, tu imagen me acecha,
se refleja y ataca, me abraza con calma,
contemplo perdido, buscando tu nido,
te miro y no atino, mi vista se empaña,
lloroso diviso, un halo divino.
Enmarcada en ese espejo, atisbo tu imagen,
la admiro prendido, le sigo y me ubico,
entro en el cuadro, sin miedo, animado,
te busco, advierto, te sigo…silente,
te cito, sin suerte, te pierdes, sin verme.
Tu rostro insistente, se posa ante mí,
me observas, no hablas, me estudias, me engañas,
me espías, me guardas, me cuidas, me amas,
confusa me abrazas, me aprietas, me apañas,
me besas, con saña, me tocas, el alma.
Vivo en ese mundo, de mágico encuentro,
me aprecias, sonriendo, te observo, insistiendo,
te sigo, te alejas, corres agitada,
vives alejada, inmersa en ese espejo,
cóncavo ó convexo, no importa, te veo.
Rafael Antonio Panamá Sánchez