El único deseo ahora
es volver a sentirte con vida
no como un muerto
viejo y repetido.
Volver a sentirte
no como un complicado armatoste de recuerdos,
como una boca que puede decir algo,
como unos ojos que pueden abrirse y unos oídos que pueden escuchar.
Ya no, como mi frankenstein, mi réplica torpe, mi máquina limitada.
Volver a sentirte
así,
acá.