Tienen todas las mujeres
Ese toque de dulzura,
Esa añorada ternura
Que se transforma en placeres;
Por eso tanto las quieres,
Por ellas, tanta aventura,
Inspiran toda locura
De inolvidables ayeres;
Son, mujeres encantadas,
Nítidas fuentes de vida,
Las palabras esperadas,
La caricia no pedida;
Viven siempre enamoradas
Son bella llama encendida…