Un corazón desplega sus alas y sale en tu búsqueda. Se entrega hasta volcarse en su propio ser, en sus entrañas descubrió que amarte es la feliz razón de su vida. Jamás tendrá otro motivo que adorarte hasta el último átomo de su corporeidad; estás más allá de las palabras, amaneces a cada instante cuando el sueño de la vida se ciñe con tus encantos. Eres el agua fresca de este altivo molino de viento, guardián solitario que vigila tus colinas de mágicos encuentros, un centinela de tus besos resguardados por la distancia, sos como el hechizo de Neptuno con sus caballos blanquisimos; serpenteando en cada regalo de agua que empuja tu barcaza hasta mis predios imaginarios. Se dibuja el dragón que escupe fuego en el refugio de los pedruscos, unas rayas sobre las piedras grises, simbolizan a la serpiente gigantesca que duerme en el frontal del milenario bosque; tú irrumpiendo hasta llenar cada espacio, un amor que lo abarca absolutamente todo. Lo que significas para mi es la mayor verdad de mi alma...