En el río de tu boca
perdí el curso de mi navío
no sé de navegación
ni de brújulas
ni orientación
pero sé que tú calor es el mío.
Que oran las piedras en mis manos
el sol se derrite a mi paso
cuando brota mi cariño
en mi piel que es frambuesa
en tu sonrisa de niño
hoy mordí a la certeza
porque la razón no sabe
que naciste en mis labios
y que mi amor es tu abrigo.