Que me hayas buscado, en el lugar donde sabías que estaría. Que me hayas mirado sin yo haberte reconocido. Que me hayas tomado de la mano para mostrarme el camino. Que al llegar me hayas ofrendado tu desnudez. Que me hayas permitido explorar el territorio de tu cuerpo, que aunque conocido y ya colonizado, sigue teniendo para mí, bellezas escondidas. Que te haya gustado que las descubriera. Que me hayas halagado con jadeos y sonrisas. Que me hayas hecho sentir el mejor conquistador, culminando juntos la aventura. Que me hayas abrazado, en la complicidad del acto y el silencio. Que te hayas quedado a mi lado y te hayas dormido sin saber que te había escrito. Que la musa me haya inspirado y que haya un buen merlot en mi copa para dejar que vuelen los ángeles...