He invadido los rincones
donde la soledad me espera
allí donde el abandono
quiso robarse los minutos
He llegado a los silencios
abandonados a su suerte
y el brillo de sus sonidos
iluminan mi alma
Se cuelan vientos
por las celocias
a enamorarme
aquí en esta quietud
voy saboreando el sol
y el en la mañana me bebe
este hermano me acompaña
y en su saludo diario
me arrastra cual ola
asi embravecida
a vivir descolgándome
sobre mi cuerda floja.