Esta es la hora que más me gusta.
El cielo:
Los estorninos en vuelo dibujan
completo y perfectamente tu cuerpo
de reloj de arena, tu cintura mediana
de setenta y ocho y tu cadera de noventa
y cuatro.
¡Eres tan agraciada, mujer! Tus ojos son
más seguros que el mundo grave.
Niña de cuello acicalado, tu vida son cuatro
cuartos de mi vida y tu existencia es
mejor que el pecado.
Eres mi término, estoy gustoso de ti.
En el aire te respiro y te hago mía,
también soy todo tuyo.
El orbe:
El secreto reina en esta noche, todo se
ha ido menos tu espíritu amoroso.
Puedo escuchar tu corazón, puedo decirte
nada y tú sabes que te amo.
Aquí vivimos los que somos de nosotros.
El lugar perfecto para nuestros ojos prendados.
La sentencia de tu corazón y el mío.
El lugar perfecto para amarnos.