Pedazo tras pedazo.
Rompiendo el silencio del cielo
cae fuerza física hecha polvo,
cercenados por óxido,
edad y ceniza.
Remanente de una silueta
hecha grietas,
lamentos sellados en
latidos petrificados.
Rodillas que se desploman
sin remedio por el aire que ya pasó,
que son sodomisadas por
maleza y agua podrida.
Pedazo a pedazo caen suspiros
cada vez más lentos,
pedazo a pedazo cae la voluntad
que sostiene fuego, agua y sueños.
Vestigio de hombre, de torre, del sol que
pedazo a pedazo es arrastrado en
polvo de estrellas...
Octavio Márquez