Diosa de ébano
suelta tus pájaros agoreros
sobre mi cornisa endeble,
déjalos insuflar de temores
los caireles de mis cabellos.
Ámame..
en esta tu hora más profunda,
acaricia mi frente
con tus alas de terciopelo,
Quiero sentir el fuego oscuro
bajar por mi espalda
como una lengua urgente...
encendido el carbón de tus ojos negros
vivir ese aliento de lobo
tras mi cuello.
Si paso de ti
y de tu manada de alacranes,
ya no verás jamás
temblar mis piernas
ni oirás crujir de dientes,
Si enmudezco...
es porque guardo
un cuchillo de luz entre los labios.
Alejandrina