JoseAn100

Oda a mis niños que no corren.

El niño no podía correr, tenía una extraña patología, (Espina Bífida)

que conlleva a sus piernas falta de sensibilidad y movilidad.

 

El niño no puede huir de su enfermedad.

no tiene fuerza para hacerlo,

ni mental ni físicamente.

 

El niño pierde parte de su inocencia,

es consciente de que es diferente a los otros niños.

Se pregunta siempre porque yo.

 

El niño sin embargo es más sensible,

esa falta de sensibilidad en sus piernas la acrecienta y

la desarrolla en su interior.

 

El niño se hace mayor, sigue sin correr,

pero por lo menos sabe que decir y responder a otros niños que no corren,

darles apoyo, altruismo, ejemplo y sobre todo sonrisas.

 

El hombre no corre físicamente,

pero si que corre espiritualmente, vuela en sus sueños,

y ya no se siente diferente, se siente peculiar

o extrañamente normal.

 

El niño que no corría, ahora es un adulto,

pero que ve a los niños que no corren,

con esperanza, bondad, cariño y positivismo.

 

El niño que no corría, sigue sin correr,

pero 40 años más tarde sigue andando igual o más que al principio, y

quiere creer que sus niños que no corren sigan andando y quien sabe

alguno llegue a correr.