Sea la hoja que se llevará el viento
simple papel o rosa nacarada,
un mensaje que llegue a tu mirada
con el limpio valor de un sentimiento.
Déjame imaginar ese momento
cuando encuentre tu mano delicada
mi letra deslucida y obstinada,
procurando aromarse de tu aliento.
Pero yo sé que solo desvarío
entre nieblas de un sueño, sueño mío,
destinado, tal vez, a ser tu olvido.
La vida va fluyendo como un río
y un río no desanda el recorrido.
Tampoco se retorna a lo vivido.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.