Si nos uniéramos,
si hiciéramos un pacto
para luchar juntos contra esto,
tal vez podríamos sumar
todos los besos que imaginé
y todos los abrazos con los que soñaste,
y de ahí surgiría,
al menos como un comienzo,
un agarrarse las manos,
o un hondo cruce de miradas,
un caminar despacio.