Sucedió una noche
en la cual cualquiera podría decir que se trataba de un análisis más
pero no para mi, no esa noche...
Mientras redactaba sobre Platón y sus corceles alados
pude sentir la pureza, la razón llevada a su máxima expresión,
la razón como el resultado de mi emocion,
sentí, sentí el roce suave del viento al elevarme
reconocí a mis caballos alados...
sentí, sentí la bondad de uno y la maldad de otro
a esas fuerzas antagónicas tirar de las riendas que yo sujetaba
y en ese momento, lo ví
vi ese Nuevo Mundo, contemple la Perfección! Las Ideas!
en toda su magnificencia...
Sentí, Sentí el vacío, la debilidad, la pobreza...
Entendí la ceguera con que vivimos en este mundo,
entendí, entendí si! que lo imperfecto Jamás podrá mirar la Perfección...
y Supe, supe que mis caballos alados morirían, morirían de hambre y sed al volver,
ya que en un mundo vacío, en un mundo conformado con la imperfección,
mis gloriosos corceles no encontrarían alimento....
y Supe, supe que ya no volvería a este lugar...
y así desperté, desperté de este sueño...
Pero al despertar, supe..
Supe que habia algo realmente verdadero!...
Recordé, recordé que no todo estaba perdido...
Y ahora se mantienen La Fe, La Esperanza y el Amor, estos tres;
pero el mayor de ellos es el Amor