Cuando el amor llega al corazón,
sin pedir permiso, sin pedir perdón,
sólo escucha el sentimiento.
...Y aceptamos morir porque es la meta;
pero núnca podremos descifrar el paso oscuro
que nos despertó el temor.
Miedo... Terror a lo desconocido, sabiendo que la vida es un avance inexorable,
a la última morada... Un panteón.
Nuestra mente, presa de ese intangible,
recrea en su miedo de llegar hasta el final,
una existencia nocturna; entre las sombras,
revistiendo un poder diabólico e inmortal.
Ha sido la fantasía del ser humano,
para permanecer en este mundo terrenal.
Vuelan de noche, convirtiéndose en vampiros;
chupando la sangre de vírgenes inocentes, conque alimentarán el poder...
Ganando adeptos al ejército del mal.