Un poeta es un simple mortal
que lleva en el pecho
un nido de palomas blancas
y en sus ojos se columpia
la mirada de un niño travieso.
Un poeta lleva entre sus manos
las estrellas ausentes en el cielo.
Su sonrisa enamorada
va construyendo arco iris de alegría en el vacío.
Sus lágrimas son primas de cristal
que iluminan la esperanza
y en sus pasos deja la huella del sentimiento.
Sus palabras son la ingeniería de la ilusión
y en su corazón sangran las heridas del enfermo.
Un poeta siente a carne viva a la humanidad,
se defiende de las guerras
con un fusil de flores en las manos
y busca la paz hurgando
dentro del corazón humano.
Un poeta es hecho...
“a imagen y semejanza del señor”.
Lleva la armonía en sus ojos profundos.
Nuestra paz se garantiza,
sembrando poetas en el mundo.