¿Que queda de mi en ti, ahora
que el tiempo ya feneció?
¿si en sí, todo terminó?
¡mas que agonía! y desflora
tu desnuda alma que llora,
buscándole a aquel farol
esa luz en arrebol,
que ilumine la razón
y calme tu corazón
del sufrimiento crisol.
Y en el remanso total
impregnada de mi olor,
buscarás un confesor
que como juez arbitral,
tratará de ser neutral
para poder acallar
tus quejas, que por fallar
destruiste en aquel momento
el amor, que es hoy tormento
y no alcanzas a paliar.
En cada cosa apareces;
grato es un recuerdo tuyo
que al olvidar por orgullo,
debo pagarlo con creces
¡y sucede muchas veces!
sumergiéndome en verdad
en total oscuridad,
como ánima que perdida
busca en vano una salida
a esta cruel realidad.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MÉXICO, Marzo 30/16