Es bonito el silencio de la noche.
Desde las sombras el girar del viento
trae las hojas con su baile lento.
Hiere la calma el paso de algún coche
y en la penumbra muestra su reproche
la arboleda: en su leve movimiento
sube al cielo un reflejo amarillento.
Le da un guiño a la esquina el rojo broche,
un corte que se enfrenta con la nada.
Resuenan unos pasos y un silbido.
En esta calle yerma y sosegada
se llena el aire con la triste historia
de aquel tango de nostalgia y de olvido
que agita un nubarrón en la memoria.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
(Imagen de la web: Barrio de San Telmo, Buenos Aires)