Triste mi corazón camina tras un sueño,
desnuda la razón de todo pensamiento,
que por no haber vivido ese tiempo perdido
recuperarlo quiero.
Y es del todo imposible pues el pasado muerto
jamás ha de volver mis ojos a encender.
Mas, ¿cómo encuentro un día el hilo de una vida
que sin querer dejé?
Me llevará el destino, esperaré la lluvia
que aclara los caminos, hasta volverlo a ver.
Y mis ojos abiertos han de encontrar mañana
una senda olvidada.
Regresaré al presente que ayer abandoné.
Y en la quietud callada de un alma trastornada
mi voz entrecortada preguntará por qué..