han-jael

Ave VII

Tu recuerdo persiste

aun después de los años.

Esta ahí… ahí.

Aunque no he descifrado

en que lugar de mi mente

pero sigue ahí

y aun puede ser que esté

en toda mi sangre.

Antes de acostarme te pienso

y pienso en ti cuando me voy a levantar.

Y me sigues en el día a día.

Y a pesar de la rutina no te vas.

Hay veces que digo tu nombre

y me pregunto: Amor!!!

¿Cómo deje que me pasaras?

E ideo mil alternativas que en su caso

hubieran podido evitar mi situación.

Pero no es alivio a mi conciencia

por que has pasado

y te fuiste pero te has quedado instalado…

en mi corazón…

en mi alma…

y en el lunar de mi costado.

A veces procuro divagar…

evadirte… pero hay un eco en mis adentros

que dice tenue: Amor... Amor…!

Y me esfuerzo para ignorarlo

pero sigue insistiendo intermitente.

Tu recuerdo es como un niño travieso

que juega a las escondidillas

que sabes que si guarda silencio

es porque prepara una treta para molestar

y casi de cuclillas

vuelve a resonar

con la amenaza firme de que un día de estos

tu nombre en voz alta llegue a pronunciar

delatando mis sentimientos,

pretensiones, anhelos y deseos…

que son de ti.

Y nada duele, amor,

que yo te piense

Pues segura estoy

que yo también vivo en tu mente.