¡Hoy conocí algo nuevo!:
conocí los BAOBABS.
Probé ceñirme a ellos:
faltaron tus brazos.
Hoy supe algo nuevo y me
quedé embelesado como el
Principito cuando vio que
su flor aún tenía vida y aun
mejor, ¡ya tenía cuatro espinas!:
conocí la palabra “EMBELESO”.
Ese jueves veinte de abril
de dos mil trece primaveras
supe que existías cuando en pasos
silenciosos acudí a verte, estabas
apoyada en un taburete de madera.
No era a mí a quien buscabas,
yo también buscaba nada, pero
fui yo quien te habló y fuiste tú
quien contestó a la frase que
salió de la manga.
No soy yo o tú, quien ama
ese día, somos tú y yo los
que siempre aquí estamos.