FUISTE TÓRRIDO VERANO
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Quise ser tu primavera
y me vestí de colores,
y el aroma de mis flores...
se evaporó en tu ribera.
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Pues, tus aires de grandeza
fueron tan huracanados,
que arrasaron en tus prados
las flores de mi pureza.
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Fuiste tórrido verano
con destructivas tormentas,
desoladoras y cruentas.
Anegaron todo el llano
del amor que te tenía.
Fulminaron con sus rayos,
las flores de muchos mayos
apagando mi alegría.
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Mas, ahora que otoño eres,
tus hojas caen al suelo,
quieres remontar el vuelo
con mis maltrechos quereres.
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¡No queda una sola flor
de la primavera aquella!
¡No queda una sola huella
de aquellas flores de amor!.
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Soy un invierno muy frío
para tus aspiraciones.
Buscas en mí, ilusiones,
mas, soy un helado río.
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No busques en mí, consuelo,
ni vida para tu vida.
¡Ya no soy llama encendida,
soy un témpano de hielo!.
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