Ahora que ha llegado el día en que el llego para llevarte
Me arrepiento de todas las despedidas
De no haber luchado por tu amor
De haber sido un tonto que te ha dejado marchar.
Eras todo aquello que en una mujer jamás podría soñar
Y es que soy el único culpable de esta profunda melancolía
De la angustia de saber que nuestra historia acaba aquí, en este amargo final,
siguiendo caminos separados,
Siendo culpable de no ser capaz de ese largo incomodo silencio lograr destrozar.
Tu ya has caído prendada en su cálido abrazo
Correspondiendo a sus esfuerzos por conquistarte
Feliz de sentirte deseada
Viajando de su mano por ciudades que yo jamás llegue a visitar
Construyendo cada segundo de vuestro amor en los rincones mas románticos de lejanos lugares
Sintiendote gozosa de ser amada.
Y yo desde la lejanía de este lugar del que todos ansiamos escapar,
Siento un escalofrio cada vez que coge tu mano
Cuando dice en tu oído esas palabras que siento como mías
Cuando le miras como jamás has mirado a nadie
Cuando besa esos labios que para mi eran sagrados
Cuando sin tan siquiera una cordial despedida te alejas de mi lado
Y mas triste aun por no poder odiar a quien te trae gozo y felicidad
Y no solo se lleva tu amor y alegria, también se lleva mi esperanza.
De tu recuerdo ya solo me quedan estos versos
Que habitan en mi dolor junto al arrepentimiento de haberte perdido
De sentir que no hice lo suficiente para retenerte
Y me recomfortan, engañándome y haciéndome olvidar la triste verdad
Que no es otra de que jamás me diste una oportunidad
Que rompiste mi corazón contestando mi amor con rechazo
Que nunca quisiste uno de mis abrazos
Que nunca me quisiste amar
Y ahora que te has enamorado de otro ,
te marchas con el
sin tan siquiera mirar atrás