garcia.es.ruben

AmbiciĆ³n de silencio

Si se es dueño de lo que se calla, cerrare

la boca hasta que los dientes se agrieten.

repetiré silencios hasta que su vacío, haga

que el despojo se aleje. Apretare los labios,

sangre ofendida entre los dientes; lengua

valiente que no pervierte.

 

Si es así, caminare con las manos en la boca,

muro lastimero de sueño y desespero; alimenta

una tímida posesión y se apropia de una razón.

Que se quede todo; sonrisas, cadáveres de pensamiento,

somnolientos valles de odio, danzantes hijas del perdón.

Que nada salga, que todo me pertenezca.

 

Si me apodero de lo que no sale de mi garganta, lo

quiero todo - envidia mullida, pelandusca de mi herida-

lo que no ven mis ojos, lo quiero todo, hasta la muerte,

así, sin más, en forma de este silencio que me adueña

de este mar que nadie más debe quemar.