La vi pasar tan bella y pensé en mi aquella.
¿Por qué pensé en sus besos viendo estos labios?
¿Acaso al ver la luna pensé en la estrella?
o ¿acaso oyendo elogios pensé en agravios?
La vi pasar tan bella y pensé en mi aquella,
pensé en sus brazos tibios atando mi alma,
soñé con ser un rey con su fiel doncella,
pensé en su piel desnuda durmiendo en calma.
La vi pasar tan bella y pensé en mi aquella,
la dama que apacigua con su firmeza
y acaba con caricias cualquier querella;
me enseña que en los hombros va la cabeza.
La vi pasar tan bella y pensé en mi aquella,
¿será que al ser serena también la miran?
-¡pues claro tonto, has visto que luz destella!-
seguro al ver sus pasos también suspiran.
La vi pasar tan bella y pensé en mi aquella;
serán sus labios rojos, su piel tan clara,
será su talle esbelto, su tez tan bella,
¿que en tanta gente quiero mirar su cara?.
Llegué a sus brazos luego queriendo amarla
y cosa más extraña pasó con ella;
al ver que se acercaba para abrazarla,
la vi llegar tan bella y pensé en aquella.