Tus letras,
de principio a fin,
sean el reflejo de todo,
todo lo que fuiste,
todo lo que eres
y todo lo que quisieras llegar a ser.
De la muerte,
de la vida
y del pesar que es para algunos vivirla,
la dicha de otros.
Lo que más te duele,
lo que más te gusta,
que durante el día
un alma pura y transparente,
que por la noche
un universo inmenso.
Escribe,
cuenta que te has colocado un espejo
justo enfrente
pues hoy verás tu reflejo
hasta que comience a gustarte lo que ves.
Lo difícil de decidir,
lo que quieres,
lo que no sabes que quieres,
lo que sabes que no quieres.
Plasma tus grandes dilemas
que en tu confusión despiadada
el lector te de la respuesta que buscabas en las letras.
La belleza,
su manera tan sútil de aparecerse,
de confundir y de errar.
Escribo
pues lo he estado observando todo este tiempo
y entre letras descubrí
he de ser la coma después del punto final
de una oración que no debió haber sido escrita.