El espacio en que bota una
lágrima de la nostalgia.
El sentimiento que delata los
recuerdos de un veranillo triste.
Las gestos que revelan el
miedo de un invierno tardío,
y un principio en que todo
fue transparente.
Se cuela el agua entre los
pinos, más tarde la luz por
la ventana.
Siento un gran dolor, el
mirarte tan triste y desolada
junto a esa puerta que te
mira y me ve.
Lloras con amargura, tus
piernas juntas, puestas en
ellas tu rostro sin fulgor.