Jeovany Mikke

ALLÍ DONDE EL SOL SE PIERDE (RELATO)

Allí donde el sol se pierde

Jeovany Mikke

 

I

̶ ¡No quiero escucharte! ¡Siempre serás la nada misma, escoria! A estas alturas lo último que quiero es tener que verte la cara. Que vas hacer ¡dime! ¿Golpearme? Que, es lo único que tienes, ¡Cobarde! ̶. Belén desgañitó desgarrándose la garganta y sus ojos desmoronados, inclinados a un alma despoblada cayeron. ̶ No sé qué decirte, yo no quiero hacerte daño nunca más... Eso prometí…̶  dijo Luis con su rostro cautivo por la presión y extiende  su brazo lentamente hacia la cintura de Belén. La joven mujer hermosa que no entendía por qué Luis, su ex novio había llegado a exigirle que estuviera con él una vez más. La muralla estaba aún manchada por  la terrible paliza que el joven le propinó. Luis abraza a la joven  pidiéndole  que por  favor no lo dejara más solo. Luis lloró.

̶ Soy capaz de cometer una locura, cosas que no quisiera hacer ̶  Luis encolerizado, apretaba el cuerpo de Belén. Jamás alguien estuvo  mas confundido, sus ojos sombreados en un extraño gris perturbador esbozaba arterias que parecían minúsculos ríos de sangre podrida.

 

II

De un empujón, Luis azotó a Belén sin piedad mostrando un cabreo Injustificado. ̶ ¡¡Lárgate bastardo!! Ándate, ¡Maricón! ̶  Belén estalla de La rabia sentada en suelo con las manos en su cabeza por el azote contra un mueble viejo de la cocina. Luis se dirige a una despensa en la cocina diciendo  ̶ te dije, ¡te dije o no! Que te crees no hay nadie sobre mí, soy el mejor, ¿Te gusto que lo hiciera el Negro ese? ̶. Luis saca un enorme cuchillo. El desorientado joven se dirige donde ella, para el ya no existía colores, su visión, estaba  Totalmente cargada con la sombra que la muerte de su alma segó. ̶ No, no está bien… está todo bien… mi amor lo vamos arreglar, baja eso ̶  Dijo Belén con inefable expresión de pánico desmesurado. Luis se acerca rápidamente y le coloca el cuchillo justo en el hueso parietal de la cabeza donde se une con el hueso frontal, su otra mano la ahorcaba. Luis no supo más que hacer y empezó a girar el chuchillo en su cabeza como si fuera un taladro, Belén comienza a gritar pero Luis la amenaza diciéndole  Que la va a matar. Belén no aguanto más el miedo e intentó escapar. ̶ ¡Cállate Imbécil! ̶  dice Luis apuñalando sus costillas una y otra vez. La sangre limpió el piso de manera que la baldosa se volvió de un color espantoso.  Belén siguió gritando ásperamente y Luis le corta el cuello desesperado como si aquello fuese un serrucho. El suelo y la pared se derriten por el dolor de Belén y  el cuadro de la fallecida madre de esta joven se desplomo sin explicación contra el suelo, y coloreándose del carmín formado por la suciedad y la sangre. Los vecinos escuchan los gritos y llaman a la policía…

 

   

III

̶ No tengo a donde ir… mañana tal vez no esté vivo, no iré a la cárcel… por qué a habré de ir, solo fui justo… mañana no quiero estar aquí, debo largarme. No hay vuelta atrás, debo acabar con todo, si… tengo un arma conmigo puedo hacer lo que quiera, si… lo que quiera… tomare un auto y me iré al mar… cuando llegue la policía ya no estaré aquí, prenderé fuego… ¿FUEGO?... si eso, no habrá evidencia, fundiré esta maldita casa, nadie sabrá como paso nadie puede verme salir, si,  lo tengo escaparé, no me pueden pillar, soy muy inteligente… la inteligencia del más fuerte, si… en esta tierra el más fuerte sobrevive y ese soy yo… los débiles mueren como ella… tiene lo que merece no pueden condenarme, estoy en lo correcto. ̶  Pensaba Luis en voz alta mientras sacaba un poco de gasolina del auto y dejaba el gas encendido de la cocina. Luis se cambia de ropa, dejando  éste atuendo manchado en casa. Colocando diez velas encendidas cerca de la cocina y ventanas. Prende rápidamente fuego a las cortinas y sale desesperado.

 ̶ ¿Lihuén? ¿Eres tú? Hermano mío me voy de aquí acabo de cometer un crimen horrible, te llamo para decirte que le digas a mi madre que la amo y a mis hermanos también, yo voy con destino al Mar… tal vez me siga camino hacia Perú, donde tal vez me suicidaré. Tengo que colgar estoy de un teléfono público, te quiero mucho hermano nos vemos.  ̶ Pero, Luis, como oye espera…̶  Luis colgó al palpitar la voz de Lihuén.

̶ Si, me van a culpar si me quedo, el mar me espera más que las personas, más que la justicia,  yo fui la justicia hoy, por qué alguien tiene razones de hacer lo que yo hice… tengo miedo y me siento perdido, estoy perdido. La vida me volvió un hombre justo… conduciré  mas allá… si, allí donde el sol se pierde, donde mis manos con sangre no revelen la discernida sospecha de un asesinato y un acto de justicia… mas allá donde el sol se pierde, entre colores sin nombre, pues tal vez no vuelva a respirar si me quieren encerrar.

 

AUTOR: JEOVANY MIKKE

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