Cuantas noches llenas de amor,
cuantas noches en vela, a tu lado,
sonreímos, conversamos
cuantas caricias en cada amanecer...
Hoy me queda el recuerdo de tanto amor,
pero también el agridulce de nuestra separación,
dura pero ineludible, triste pero necesaria.
Quizá cometimos muchos errores,
pero no hay que detenernos en las fallas,
yo he decidido perdonar y olvidar.
Que tal si mejor colmamos de amor,
de todo ese amor que existió entre tu y yo,
a aquella mujer maravillosa que nos llama.... Mamá y Papá.