Están durmiendo mis niñas
mientras velo por sus sueños
donde hay fogatas de leños
y risas por las campiñas.
La luna que anda en la viñas
acariciando racimos
para dejarle sus mimos
se ha asomado a la ventana
ella sabe que un mañana
sentirán lo que sentimos.
Yo les pido a las guitarras
como si fuese oración
para ellas una canción
con música de cigarras.
Que aun arroyo con mojarras
roben sus cuerdas las prosas
que susurran mariposas
en tardes de fantasías
para que el sol de sus días
arome como las rosas.