Sentirás el céfiro tomarte
cual tornado impulsivo
te atrapará violento
y como agua para el sediento
serás bebida en paladar de reseda
que te devora apasionadamente
cuando te atrevas.
Ese instante en que te atrevas
conocerás más del fuego,
de su calor, de sus ardientes
quemantes y cicatrizantes llamas,
de que en momentos
no se puede apagar su flama;
cuando te atrevas
sabrás como abrasa lo prendido
cuando se ama.
Al dejar tus aprisionadoras dudas
e interrogantes sumidas en el mismo olvido
vas a atreverte visitar la locura
a conocer de la claridad
en la zona más oscura
y a experimentar la vida de lo no vivido.
Cuando te atrevas venir a éste universo
que espera por ti desesperado en su ser
observarás alba y anochecer unirse,
sol y luna en partículas dividirse
y te será placentero sentirte mujer…
A.Maestre