Espectro que se anastomosa
en las entrañas de
una esfera de cristal.
Pasado, presente y futuro
convergiendo en un baile
de recuerdos, sueños, muerte
y rayos opacos de sol.
Auriga que carga sombras muertas
de palabras que nunca sonarón.
Ecos de niño.
Reflejo del reflejo
de una mano tendida.
Vacía, sin fuerza.
Relámpago ígneo que recorre
puños, dientes y ojos.
Asedio nocturno, perpetuo
de las entrañas del espectro
de cristal.
Dientes de león atrapados.
Octavio Márquez