Si crees que te amo
no lo digas.
Eres flor de vid
y yo tu fértil tierra.
Si crees que te adoro
no sientas.
Eres sol de mar
y yo tu incandescente fuego.
Si crees que te quiero
no razones
eres mi suspiro
y yo tu grácil deseo, mujer.
Si crees que te extraño
no recuerdes
eres avecilla
y yo el viento que te lleva.
Si crees que te prefiero
no dudes
eres dulce nácar
y yo el niño que se alegra.
Si crees que te escribo
no lo digas
eres pensamiento
que intérprete proclama.