Quisiera caminar por un colchón de hojas secas, sentir el dulzor de tu aroma, clavar mis pensamientos sobre tus caminos...pensar en tus momentos, pensar que fueron míos...
Quisiera que agotes tus deseos de olvido, tus palabras malditas, tus fuerzas divinas...quisiera que la luna salga despacio en la mañana, opacando tu sol, eclipsando tu voz...
Quisiera que de pronto me venga tu esencia, tu cautiva elocuencia, tu afortunada presencia...quisiera que muevas tus pies junto a los míos, marcando las huellas, marcando el destino...
Quisiera que el cielo llorase tu luz violeta, tus ojos en estrellas, tu sonrisa perfecta...quisiera que muevas tus manos en etéreo suspiro, acariciando mi cara, acariciando tu olvido...
Quisiera algún día que no te evoquen mis anhelos cuando caiga...quisiera que la lluvia deje de mostrar tu camino...quisiera que esta vida pueda seguir sin ti...que exista un paraíso de frutos y flores...quisiera que caiga mi anhelo perenne, mi recuerdo constante, mi vista selecta...
Quisiera que pasen años que te cubran de polvo, unos futuros perfectos, unas costas celestes...quisiera que pasen vidas que te borren del todo, unas sonrisas diferentes, unas miradas decentes...
Quisiera que evoques mis recuerdos de pronto: lágrimas de tus ojos, sonrisa de añoro...
Quisiera querer tus diferentes modos, tus estilos de trato, tus diferentes engaños...quisiera en esta vida que no llegue la muerte, para poder superarte, para poder verte...
Algún día quisiera tu presencia y tu todo, tus terrenos extraños, tus auroras de color...algún día sé que volverás, pero quisiera que fuera cuando no use tu rostro...