Pues que Dios siempre da facilidades,
cuando vuelva a nacer será distinto
demostrando lealtad a sus verdades.
Caso omiso he de hacer a veleidades
ornadas de pelaje variopinto
y por ende también a indignidades
y a los malos consejos de mi instinto.
Y a los guiños que me hacen las beldades,
a besos del malvado vino tinto,
la castidad, ¡adiós a liviandades!
sin distraerme en este laberinto.
Prometo renunciar a vanidades
y cuando de sospecha quede extinto,
denunciar a las malas amistades.
©donaciano bueno
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