Ayer la ví,
y nacieron los recuerdos
quince años naciendo
unos ojos que encendiendo
con el fuego de su mirada.
Era una perfecta damita
a esta vida lanzada.
Unas caderas finas
pasos de gacela veloz
una exquisita voz
para sususrrar al oído
¿como estás amigo querido?
y me brotaron gotitas
¡en el rostro como gritan!
diciendo no sabe que hacer
y ella con su caricia
una calma resucitaba.
En su pecho destacaba
dos coronaciones de alfil,
donde mis manos jugaban
en movimiento audaz
ella con una paz
era la reina amada.
Es solo una pincelada
de aquellos años hermosos
que no pasaron volando
ya que fueron famosos.