Abre tu cuerpo a mi cuerpo enamorado
como una flor en plena primavera,
yo libaré tu néctar con mi lengua
maduraré con mis besos tus racímos,
y regaré tu huerto florecido
con mis labios cuajados de rocio.
Dame cobijo entre tus muslos blancos
y rendiré ante tu altar mi sacrificio
en tu bahía quemaré mis naves
y encallaré mi chalupa entre tus dunas
entregando mi cuerpo a tus embates
como un naufrago desnudo y desvalido.
Abre tus simas y me hundiré en tus aguas
como en un mar espeso y primigenio
bucearé en tu seno palpitante
y perderé la vida y el sentido
mientras me fundo en un éxtasis glorioso
absorbido en tu fiero torbellino.