Ay de ti gritan las rosas al viento.
Que vas perdiendo
hasta el perfume del carnaval.
Dímelo tu guitarra rimadora
el camino de los llantos.
Iluminado por el norte
mientras se ensancha este
continente de roca,
también lo hace la rebelión.
De aquello valles verdes
mastican hoy los sueños de crecer.
Los sonidos de mi tierra
en silencios del cielo.