Amy Machado

Besos robados.

Besos robados, sabor a caramelo, me incitan al pecado y me llevan al infierno. 

Besos robados, como ángeles risueños, mantienen viva la llama y a la vez apagan el fuego.

Besos robados, sabor que nos deja ciegos. Inundados de dulzura, saliva eterna y pura.