Este siglo aún tiene
tierra evadida de impuestos,
despojos envidiables
de libertad mal distribuida,
suelos parásitos
milagrosamente salvajes,
un dejo imposible
de idealistas sobrevivientes,
un miserables espacio
perdido en el silencio,
algún extraño cáncer
abatido sólo
por la oración compartida,
un suplemento de buenas noticias
escondido tímidamente
en un diario de tragedias,
un tesoro guardado todavía
en el corazón humano,
y, hasta los servicios secretos
aseguran haber filmado
una televisión… apagada.
Parece que,
catastróficamente
en este nuevo siglo,
resiste la esperanza.