Me gustas cuando te hablo
y tú escuchas,
porque tus pupilas parecen
llenarse del agua del mar;
húmedas y chispeantes las comparo,
con las gotas de rocío virgen
deseando del níspero saltar.
Me gustas cuando ríes,
porque tu sonrisa parece una luz,
un resplandor; una verdad,
sendero profundo que lleva,
hasta la mismísima eternidad.
Me gusta cuando me besas,
porque encuentro yo en tus besos,
la miel más dulce
que un pistilo puede dar.
Porque en ellos se paraliza
y desvanece mi tiempo
y navego y fondeo el universo.
!porque yo muero en tus besos!
Me gustas cuando tras esa sonrisa
cual luz de la inmensidad,
coges inocente mi mano
para rozarla con tu mano,
porque el ritmo de mi corazón
se convierte en un baile de rock,
porque en ese momento la brisa
se hace mi fortín
y ya no tengo miedo
ni a los gigantes,
ni a los fuertes,
ni a saltar.. ni a morir.
Me gusta cuando me amas,
!entonces descubro yo
lo que es amar!
Porque tras mis rezos,
tras mi indulgencia pedida,
comprendo quién es Dios;
Él es el santo sendero
que por los edenes de la misericordia,
hasta tu vida me llevó...