LLegó ese beso,
llegó ese momento,
llegó tu mano,
llegó la noche a tu lado.
Soñar que tus labios rojos muerden los míos
en la noche abierta a nuestros cuerpos.
Amados una vez, olvidados por siempre.
Dulce amada, eterna amada
llegó ese beso, buscado y eterno
que en mis noches atesoraré
por siempre querido y amado entre tus labios.
LLegó ese beso.
Tus labios rojos llenaron mi verbo,
por siempre querido y buscado entre tus labios.
LLegó ese momento
no en otra vida,
no otros labios,
solo esa noche.
LLegó tu mano
y me trajo el amor verdadero,
no ese amor, tu amor.
LLegó esa noche a tu lado,
No esa noche, si no todas las noches.